Pr. Gerardo Morán
Prédica
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
Mateo 6:24-34
En el versículo 24 Jesús deja claro que no podemos tener amor por el dinero. Este no puede robar el lugar de Dios. Si vivo para las riquezas estoy aborreciendo a Dios y mi maestro y señor será la avaricia. Probablemente vivamos esclavizados por ella.
Jesús nos está hablando a todos aquellos que vivimos estresados en acumular riquezas terrenales. Y no que el dinero es malo en sí mismo, es cuando estas ganas de tener más y más gobierna mi corazón. Allí está el error, allí está el problema.
Para evitar todo esto, el mismo Jesús nos da la salida a partir del versículo 25.
Él nos invita a no tener afán en que comeremos, beberemos o hasta que vestiremos. Esto no quiere decir que no debo ser diligente en trabajar y que me quede acostado en mi casa esperando a ver que llega sin hacer nada. ¡NO!
El afán es un deseo intenso que nos mueve a hacer una cosa, es ese empeño e interés que se le da a algo. Jesús nos dice en pocas palabras: “No pases tu vida pensando ansioso por etas cosas, pues la vida no consiste en solo comida y el cuerpo no es solo vestimenta” (paráfrasis del vs. 31). Pues esto nos llevara a tener una vida insana.
Jesús nos enseña que el hombre está en una posición mayor que todo lo creado en la tierra. El Padre cuida de las aves, les da provisión, viste las flores del campo con hermosos vestidos, ¿Cuánto más a nosotros sus hijos? Lo dice el mismo Jesús en el versículo 30: ¿no hará más por ustedes?
Quienes viven bajo este afán, Jesús les llama como hombres de poca fe, que no ha aprendido a depender de Dios y confiar en Él.
Ahora bien, ¿Por qué el titulo de la prédica? Pues el Señor le está hablando a sus discípulos, no solo a los 12, sino a todos aquellos que le seguían y eran sus discípulos, pues escuchaban las enseñanzas del maestro. Es decir, el Señor le estaba hablando a sus obreros, a sus siervos.
Él les dice en el versículo 32, de manera parafraseada: “¡Ey! Vuestro Padre conoce todo lo que ustedes necesitan”
Él sabe que necesitamos todas esas cosas, por eso es que podemos servirle con libertad y trabajar en su obra conforme hemos sido llamados, porque Él sustentará nuestra casa y nuestra vida. Pero si nos enfocamos en obtener riquezas, lo más probable es que dejemos su obra a un lado, pues “no tenemos tiempo”.
Y Jesús da el punto clave en el versículo 33, muy conocido por todos:
“Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.
Y de ese versículo quiero resaltar 5 cosas importantes, porque muchas veces se saca de su contexto.
1) Buscad
Esto implica dedicar tiempo, ocuparse en eso que queremos encontrar. Es accionar.
2) Primeramente
Que esa búsqueda sea nuestra primera opción. Que esa búsqueda sea lo que nos apasione y tenga el primer lugar en nuestro corazón.
¿Buscar qué?
3) El reino de Dios
En el original para reino utiliza la palabra griega “Basileia” que significa soberanía, reino, pero en un sentido pasivo que traduce es en “ser gobernado por un rey”-
Ahora lo entendemos mejor, Jesús nos está diciendo que debe ser lo primordial para nosotros. Buscar que nuestra vida esté gobernada por el reino y la soberanía de Dios.
Que nuestro andar, pensar y accionar sea conforme a su voluntad. Que no sean nuestros deseos pecaminosos los que nos gobiernen, sino su Palabra, su voz, su Espíritu Santo.
Luego añade,
4) y Su justicia
Del griego “Dikaiosune” que se traduce como justicia, bien y justificación.
Nuestra justicia es Cristo, somos justificados y aceptados ante el Padre por medio de Jesucristo. Esto es una búsqueda y pasión por abrazar la cruz de Cristo.
Buscar vivir en esa justificación que tengo por gracia. Amar y rendir mi vida al autor de mi justicia. Que nuestra ida pueda ser buena y derecha delante de Dios, no por mis méritos, sino los de Cristo. Aun conociendo que fallamos, pecamos, pero su gracia siempre será mayor.
Luego de tener a Dios en primer lugar, tener su gobierno sobre nuestras vidas y abrazarnos a esa cruz que nos hace aceptados ante el Padre, pues el Señor agrega:
5) Todas estas cosas os serán añadidas
El sustento, el cobijo, el cuidado de Dios estará sobre ti y tu casa. Pero no para mis caprichos, de esto no habla el texto, sino de lo que yo necesito.
Jesús nos invita a seguirle, a vivir para Él, servirle, y conforme a tu llamado, darlo todo por la obra del Señor.
YA sea en tu llamado, ministerio o área de servicio, que puedas centrarte primeramente en Él, y que pueda gobernar nuestro andar; y estemos bajo su autoridad y soberanía.
Y Dios mismo proveerá el alimento y vestido que nuestra familia necesita.
Jesús nos invita a servirle con libertad y obedecer el llamado que Él mismo ha depositado en cada uno de nosotros.
No tenemos excusas, no tenemos opción. Ya Él nos dio la solución.
El Señor hoy nos dice: Sírveme, pues, yo soy el sustento, no hay excusas.
Somos una iglesia centrada en predicar un evangelio Cristocéntrico y estamos enfocados en restaurar familias